¿La tecnología es buena o no?
Necesitamos quitarle las pantallas a nuestros hijos... si si, lo sabemos... todos dicen lo mismo.
Ya sé que sabes que no se puede dar a los niños tiempo frente a la pantalla, que es perjudicial, que afecta su desarrollo y que tiene implicaciones en sus vidas.
Es como si estuviéramos en una batalla diaria, donde los villanos tecnológicos nos rodean y los héroes de nuestra familia luchan por respirar.
No siempre sabemos qué o cómo debemos hacer las cosas, pero sabemos que las cosas tienen que suceder. La vida cotidiana es una batalla que tenemos que librar todos los días.
Vivimos en una era donde las aplicaciones son irresistibles, cada vez más interesantes e incluso adictivas y los dibujos animados tienen una presencia constante en todas las facetas de la vida cotidiana. Hay publicidad, dibujos en libros y cuadernos, merchandising en todas las tiendas.
Nuestros niños son bombardeados con estímulos: quieren ver, jugar, seguir e incluso comprar. Es una realidad de la que no podemos escapar, pero podemos elegir sabiamente nuestras batallas.
Es fácil caer en la trampa del miedo en torno a la tecnología. ¿Pero sabías que antes nuestros padres también tenían miedo de otras innovaciones, como los cada vez más recientes ordenadores y teléfonos móviles? ¿Recuerdas los temores sobre los peajes automáticos o las cajas de los supermercados?
Incluso en los juguetes del pasado, existían temores ante las innovaciones.
Hace unos 80 años hubo informes en el periódico que decían que los peones, el peón de juguete, el peón de Madara, dañarían a los niños, que era un juguete peligroso. Por eso siempre tenemos algo de miedo y siempre hay estudios que dicen que la cosa está mal, pero si miramos con atención, el oxígeno ahora también está mal, pero también es imprescindible. Tenemos contaminación, tenemos sustancias tóxicas, tenemos muchas cosas en el aire que respiramos.
Recordemos también que no todas las preocupaciones sobre la tecnología son nuevas. Hace décadas, las calculadoras se consideraban perjudiciales para el desarrollo de los niños y los juguetes de otras épocas se consideraban peligrosos. Los temores cambian con el tiempo, pero es esencial discernir entre riesgos reales y preocupaciones infundadas.
Como madre, que habla con muchos de ustedes todos los días, quiero compartirles tres verdades que aprendí en el camino:
No estás solo en esta batalla: Es reconfortante saber que no estamos solos. Cada familia enfrenta este desafío de una manera única, pero juntos podemos apoyarnos y compartir experiencias.
Esta batalla no tiene un final definitivo: es importante aceptar que no podemos ganar esta batalla de una vez por todas. Es un proceso continuo de aprendizaje y adaptación. La tecnología ha llegado para quedarse, parece que nacen enseñadas, pero hay que gestionarlas.
Elige tus batallas sabiamente: no necesitamos ganar cada pequeña pelea. Debemos elegir momentos significativos para limitar el uso de la tecnología, priorizando la seguridad y el desarrollo saludable de nuestros hijos.
Entonces necesitamos elegir nuestras batallas. Por un lado sé que debo decirte: No lo dejes pasar, esfuérzate, hay otras soluciones, tenemos juguetes educativos. Por otro lado, también sé que la vida no es así, porque yo mismo tengo esta batalla en casa.
Elige algunos momentos en los que tenga sentido o incluso sea necesario. Elija aplicaciones que sean seguras, use controles parentales, limite las aplicaciones que instala, porque no olvidemos que la tecnología conlleva peligros. Ya sean chats, vídeos en YouTube, juegos y publicidad en aplicaciones.
Los fines de semana en casa son simplemente divertidos, pero ¿sería mejor con la televisión apagada?
Pero si necesitas sugerencias y formas creativas de combatir el exceso de tecnología, ¡estamos aquí a tu lado!
Fomentemos Actividades Alternativas: Fomentamos otras actividades, como leer o colorear libros , jugar al aire libre , hacer manualidades o jugar juegos de mesa .
Intentemos encontrar los juegos físicos que más interés despiertan en las tecnologías para ofrecer a los niños como forma de desarrollo cognitivo, motor, de concentración y de frustración. Puzzles , rompecabezas , torres y desafíos o juguetes abiertos como connetix , bloques de madera siempre son una buena apuesta.
Dé el ejemplo: los padres deben modelar un comportamiento equilibrado en torno a la tecnología, demostrando un uso responsable y limitado en presencia de los niños. Son un espejo de nosotros, si tenemos el móvil en la mano suelen querer imitarnos.
Establezca horarios específicos para el uso de la tecnología, como antes de la cena o los fines de semana.
Entonces, ¿qué pasa con las alternativas divertidas?
Para niños pequeños (1-3 años):
Conjuntos de bloques de construcción coloridos.
Libros interactivos con texturas y sonidos .
Juguetes musicales sencillos como tambores o xilófonos.
Para niños en edad preescolar (3-5 años):
Juegos de complementos y rompecabezas .
Juegos de manualidades con pinturas y papel.
Vehículos de juguete, como coches y camiones .
Para niños en edad escolar (6+ años):
Kits científicos para experimentos sencillos.
Juegos de mesa estratégicos y educativos.
Materiales de arte más avanzados, como lápices de colores profesionales o kits de dibujo.
Equilibrar el uso de la tecnología, la adrenalina y el suministro constante de estímulos en la vida de los niños es fundamental para su sano desarrollo y bienestar.
Hay niños que necesitan más estimulación, pero también necesitan la realidad, bajar el ritmo, saber calmarse y reducirse.
Al establecer límites, promover alternativas divertidas y educativas y ser un modelo positivo, podemos ayudar a formar hábitos saludables de uso de la tecnología desde una edad temprana.
Esperamos que estas pautas y sugerencias de juguetes sean útiles para combatir la sobrecarga tecnológica y brindar experiencias enriquecedoras a sus hijos.